Al final he tenido tiempo para poder escribir... que bien, porque hoy es un día perfecto para empezar con un tipo de post que tenía en mente. Lo he llamado "Café de domingo en...", porque mi intención es enseñaros cada domingo un lugar y plan diferente para tomarse el tan deseado café de ese día de la semana que huele a tranquilidad y tiempo para hacer solo aquello que apetece. Además, a partir de ahora parece que también olerá a invierno porque hoy en Mallorca ha empezado a refrescar de verdad. Veremos si dura o no este tiempo...
Como primer café dominguero del blog he elegido un pueblo del este de Mallorca, Son Servera, situado en el interior pero con la costa a escasos quilómetros. El día de hoy ha sido, para mi, perfecto para preparar este post: el cielo estaba encapotado, gris, con una luz difuminada y un airecito que invitaba a coger la chaqueta. Ideal para un café calentito, pero también para aprovechar la mañana para dar una vuelta por este pueblecito y ver que cosas esconde.
En el mapa podéis ver donde se sitúa Son Servera, un pueblo de unos 11.000 habitantes que tiene como actividad principal el turismo que se centra en su costa, concretamente en los núcleos de Cala Bona y Cala Millor. Esta rodeado de algunas pequeñas montañas por las que se puede hacer senderismo, como es Puig de Na Penyal o es Puig de Son Corb. Completar la mañana con una de estas excursiones es también una buena idea. Os dejo el link en el que os podéis descargar un documento con la información de
rutas de senderismo y ciclismo de la zona.
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Situación de Son Servera en el mapa de Mallorca |
Yo ya conocía el pueblo y algunos de sus bares y restaurantes pero aún así me he llevado una sorpresa al entrar en uno al que hacía tiempo que no iba, y lo que me he encontrado no ha podido ser mejor. He elegido el bar Nou (Sa Tasca), situado al lado de la plaza de la iglesia. Es una bar con una pequeña terraza fuera y otra dentro, llena de detalles. La sala interior es acogedora, con cuadros realizados por diferentes artistas amateurs, decorada con papel pintado y con una luz muy tenue que invita a sentarte y observar tranquilamente cada detalle del local. Como el frío de hoy aún lo permitía, nosotros hemos decidido sentarnos en la terraza que pega a la plaza porque el ambiente que había era el adecuado, ni mucho ni poco: familias tomando algo, niños jugando, abuelas que daban su paseíto con calma, gente sentada en la calle observando nada en especial...
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Terraza exterior del bar Nou (Sa Tasca) |
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Terraza interior |
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Interior del local
Pero lo mejor estaba aún por llegar. Menuda la sorpresa que nos ha dado el chico que nos ha servido el café americano y las tostadas de pan mallorquín con tomate y aceite que hemos pedido cuando, de repente, se ha sentado frente al piano que hay dentro del bar y ha empezado a deleitarnos con un concierto improvisado que ha hecho que el desayuno haya sido redondo, perfecto! Después nos ha contado el dueño que el camarero-pianista es su hijo y que, cuando puede, entre servicio y servicio, se sienta a tocar un rato para los clientes. Un lujazo! Música de piano en directo en un día nublado acompañada de un buen café... qué más se puede pedir?
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Detalle del piano
Después de este maravilloso café, os propongo una caminadita por el centro del pueblo, empezando por la plaza de la iglesia de Sant Joan Baptista, situado justo delante del bar Nou, construída durante el siglo XVII y de la que destaca su torre defensiva que funciona hoy día como campanario. Los domingos no se puede visitar su interior, pero si todos los viernes, que es el día que se celebra el mercado en el pueblo.
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Detalle de la torre campanario |
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Uno de los laterales de la iglesia |
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La plaza de la iglesia |
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Leyenda del campesino con la capa |
En esta misma plaza se encuentra una escultura que representa a un pastor ataviado con una capa, y a sus pies se puede observar una rata. Este monumento es en memoria de la peste que mató a casi toda la población de Son Servera en el siglo XIX. La leyenda cuenta que esta enfermedad llegó al pueblo debido a la capa que un campesino se encontró tirada en la arena, la cual perteneció a un infectado que había sido enterrado en ese mismo lugar.
Desde la plaza donde esta la iglesia se puede coger cualquiera de las calles perpendiculares para empezar el paseo durante el cual se pueden observar algunas casas de estilo señorial, así como otras de estilo más humilde, las cuales siguen la tipología tradicional mallorquina, con dos entradas diferentes: una principal con arco de medio punto, conocido en la arquitectura tradicional de Mallorca como portal forà, y otra entrada con arco rebajado más amplia donde se solían guardar los carros utilizados para desplazarse hasta el campo. Normalmente solían tener dos plantas: la planta noble abajo donde se encontraban las estancias principales, y arriba el granero.
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Detalle de una de la calles, con los portals forans típicos de la arquitectura tradicional mallorquina |
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Detalle de una antigua fachada con el portal forà y la entrada para los carros
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El entramado de las calles es irregular, dando lugar a calles estrechas y con salidas inesperadas |
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Entrada de una de las casas de aspecto señorial |
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La Església Nova |
Sin duda, el edificio más llamativo del pueblo es la conocido como Església Nova (iglesia nueva). Se trata de un edificio neogótico empezado por el arquitecto Joan Rubió i Bellver, ayudante de Gaudí. La iglesia, de estilo neogótico, nunca llegó a acabarse y el ayuntamiento decidió adaptarlo para que pueda ser usado y visitado. Es una visita muy recomendable, no os la podéis perder. El espacio que crean los muros de las naves laterales, con sus arcos apuntados y rosetones, y el espacio de la cabecera, conjugados con el verde de la hierba y los elementos naturales que crecen salvajes y el cielo como fondo, producen una sensación de transportación en el tiempo. Es muy fácil imaginar al arquitecto dirigiendo las obras y a los canteros y escultores trabajando la piedra.
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Detalle del ábside |
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Vista de la Església Nova desde el ábside
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Exterior del ábside |
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Detalle de las naves laterales |
Después de recorrer las pequeñas y laberínticas calles de Son Servera, pues el trazado de su centro es irregular, y de pasar por esta magia de edificio no acabado, llegaremos de nuevo a la céntrica plaza de la iglesia. Pero antes de abandonar el pueblo os recomiendo hacer una segunda parada. Si cogemos la carretera que une Son Servera y la Cala Millor, pasaremos por una tienda de la franquicia alemana Muller. En su aparcamiento es donde tenemos que pararnos para contemplar algo muy diferente a lo que hemos visto hasta ahora. Se trata de una colección de grafitis que bien merecen ser contemplados con atención, para intentar adivinar las críticas y reivindicaciones que los artistas han dejado en sus creaciones. No tienen desperdicio, sobretodo la del artista Sath (@sath2). Sus temas y su uso y mezcla del color hacen que sus pinturas puedan ser valoradas más allá del muro, pudiendo ser piezas de coleccionista de arte. Acercaros a mirar con atención los colores y los efectos que consiguen mediante ellos. Una auténtica pasada.



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Pintura de Sath @sath2 |
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Pintura de Sath |
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Detalle de una de las pinturas de Sath |
Os aviso que no os he puesto todas las fotos que he hecho, y que son muchas cosas más las que podéis encontrar, tanto muestras de arquitectura local tradicional tanto de streetart. Vale la pena hacer la visita para descubrirlo por uno mismo. Espero que os haya gustado y que la idea de compartir el café del domingo os enganche tanto como a mi. Feliz semana people!
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