domingo, 29 de octubre de 2017

Café de domingo en... el TBH Hotel Felip (Porto Cristo)


Esta semana no he podido escribir nada nuevo, aunque no he dejado de preparar cosas, así que pronto tendréis nuevo post sí o sí! Hoy domingo no puedo dejar pasar el día sin proponeros otro plan dominguero, dentro de la sección que inauguré la semana pasada, a la que he llamado "Café de domingo en...". En esta ocasión os propongo tomar ese café en mi pueblo, Porto Cristo, situado en el municipio de Manacor. Os dejo el mapa para que lo situéis dentro de la isla.



El café de hoy es en un lugar muy especial, junto al mar, y lleno de historia. Se trata del hotel Felip, uno de los hoteles más antiguos de Mallorca, de finales del siglo XIX. A lo largo del tiempo ha ido creciendo, pero conserva aún su aspecto de hotel pequeño, cálido y con encanto. Las reformas que se han ido haciendo han respetado su estética, muy de los años 50 y 60, cuando el turismo se convierte en la principal activitat económica del pueblo. 

Foto del hotel Felip antiguamente
Exteriormente ya se le aprecia ese encanto peculiar y, sin duda, lo que más destaca, es su terraza exterior, la interior y el interior del lobby. Todos estos espacios son amplios, con mucha luz y transportan a otra época, gracias a la decoración del suelo, a los remates en madera, a las lámparas que cuelgan del suelo, al trabajo de madera blanca que decora la fachada exterior y a las vidrieras, que dejan ver lo que hacen que el hotel tenga aún más encanto: el mar, la playa y el paseo. 

Terraza interior del hotel

Terraza interior del hotel
Interior del bar

Vista del interior del bar desde el altillo que funciona como zona de lectura


Vista al mar desde la terraza exterior
El hotel esta situado en uno de los rincones más emblemáticos del pueblo, el llamado Passeig de la Sirena (paseo de la Sirena), al lado de la playa y del muelle. En él se celebra todos los domingos el mercado del pueblo, donde se puede comprar no solo fruta y verdura, sino otros productos locales como embutidos, queso, mermeladas o miel, entre otros.  Contemplar la vida que hay en la plaza y el ir y venir de los residentes y turistas que se acercan al mercado o a la playa es uno de los atractivos que ofrece tomarse una café en esta terraza. 

Si preferís empezar el día con un buen desayuno también es posible tomarlo en el hotel, no solo para los huéspedes, sino para cualquier que le apetezca darse una alegría matutina. Ofrecen un completo buffet por un módico precio, 8'5€ por persona. Sirven todo tipo de cafés, de pan, un buen surtido de quesos y embutidos de Mallorca, dulces varios, mermeladas, zumos, fruta, algo de comida caliente como huevos hervidos o pasados por agua o baicon. En definitiva, un desayuno continental completo para empezar el día con energía. Para mí, lo mejor de este desayuno es poderlo tomar en la terraza, tanto la de dentro como la de fuera.

Variedad de galletas, cereales, panes, repostería y mermeladas del buffet

Terraza interior donde se puede tomar el desayuno

En el hotel se puede también comer y cenar, y los viernes y sábado ofrecen espectáculos musicales. Si estáis buscando un lugar con personalidad cerca del mar, donde poder estar tranquilos y disfrutar de la vida calmada de Porto Cristo (sobretodo durante el invierno), el Hotel Felip es una opción muy recomendable. Os dejo el link de su web para que tengáis toda la información. 

La verdad que este café se puede prolongar horas, porque las vistas son estupendas y solo contemplando el mar y el ambiente del mercadillo a uno se le pasa la mañana sin darse cuenta. Pero os recomiendo que bajéis el desayuno haciendo un poco de turismo por el pueblo. No dejéis de visitar el mercado para degustar algún producto local, y después os sugiero que os dirijáis a la playa, en dirección al muelle. Los meses de verano esta llena de gente, la verdad, pero refrescarse es la mejor opción. Si vuestra visita es durante los meses de primavera y otoño, no encontraréis tanta aglomeración, el ambiente será mucho más tranquilo y os aseguro que el baño apetece igual. Los meses de temporada baja son, desde mi punto de vista, los mejores para nadar en el mar y estar tumbado tranquilamente en la arena. 

Mercado de Porto Cristo, con el mar de fondo
Playa de Porto Cristo

Durante los meses de invierno y primavera el agua está realmente increíble
Podéis continuar vuestro paseo por el muelle, donde se pueden observar gran cantidad de embarcaciones, sobretodo la tradicional mallorquina, llamada llaüt, y hecha de madera. En esta zona se conservan aún las casitas de los pescadores, ya que la historia del pueblo esta muy ligada a esta actividad. De hecho, los primeros pobladores fueron los pescadores que ejercían su profesión en este muelle, y se refugiaban y vivían en las Coves Blanques (cuevas blancas), situadas al final de la playa. Hace poco el ayuntamiento colocó una serie de paneles con fotografías antiguas del pueblo donde se puede leer toda la historia del pueblo, así como otros datos muy interesantes sobre su patrimonio o su gente. Os recomiendo que les echéis un vistazo, son más que interesantes. 

Paneles con información sobre la historia de Porto Cristo en la zona del  muelle
La información de los paneles esta en varios idiomas, así que los turistas se interesan en leerlos
Muelle de Porto Cristo lleno de llaüts, embarcación típica de las Illes Balears
Y hasta aquí la propuesta dominguera en Porto Cristo. Hay otros lugares muy interesantes que visitar en el pueblo, pero requieren un post especial con todo bien explicadito y detallado. Espero que, de momento, os haya apetecido tomaros un cafetito (o un buen desayuno) en mi pueblo, os aseguro que vale la pena. Hasta pronto coleguis! 

lunes, 23 de octubre de 2017

Café de domingo en... Son Servera

Al final he tenido tiempo para poder escribir... que bien, porque hoy es un día perfecto para empezar con un tipo de post que tenía en mente. Lo he llamado "Café de domingo en...", porque mi intención es enseñaros cada domingo un lugar y plan diferente para tomarse el tan deseado café de ese día de la semana que huele a tranquilidad y tiempo para hacer solo aquello que apetece. Además, a partir de ahora parece que también olerá a invierno porque hoy en Mallorca ha empezado a refrescar de verdad. Veremos si dura o no este tiempo... 

Como primer café dominguero del blog he elegido un pueblo del este de Mallorca, Son Servera, situado en el interior pero con la costa a escasos quilómetros. El día de hoy ha sido, para mi, perfecto para preparar este post: el cielo estaba encapotado, gris, con una luz difuminada y un airecito que invitaba a coger la chaqueta. Ideal para un café calentito, pero también para aprovechar la mañana para dar una vuelta por este pueblecito y ver que cosas esconde.

En el mapa podéis ver donde se sitúa Son Servera, un pueblo de unos 11.000 habitantes que tiene como actividad principal el turismo que se centra en su costa, concretamente en los núcleos de Cala Bona y Cala Millor. Esta rodeado de algunas pequeñas montañas por las que se puede hacer senderismo, como es Puig de Na Penyal o es Puig de Son Corb. Completar la mañana con una de estas excursiones es también una buena idea. Os dejo el link en el que os podéis descargar un documento con la información de rutas de senderismo y ciclismo de la zona. 



Situación de Son Servera en el mapa de Mallorca
Yo ya conocía el pueblo y algunos de sus bares y restaurantes pero aún así me he llevado una sorpresa al entrar en uno al que hacía tiempo que no iba, y lo que me he encontrado no ha podido ser mejor. He elegido el bar Nou (Sa Tasca), situado al lado de la plaza de la iglesia. Es una bar con una pequeña terraza fuera y otra dentro, llena de detalles. La sala interior es acogedora, con cuadros realizados por diferentes artistas amateurs, decorada con papel pintado y con una luz muy tenue que invita a sentarte y observar tranquilamente cada detalle del local. Como el frío de hoy aún lo permitía, nosotros hemos decidido sentarnos en la terraza que pega a la plaza porque el ambiente que había era el adecuado, ni mucho ni poco: familias tomando algo, niños jugando, abuelas que daban su paseíto con calma, gente sentada en la calle observando nada en especial... 

Terraza exterior del bar Nou (Sa Tasca)
Terraza interior 

Interior del local

Pero lo mejor estaba aún por llegar. Menuda la sorpresa que nos ha dado el chico que nos ha servido el café americano y las tostadas de pan mallorquín con tomate y aceite que hemos pedido cuando, de repente, se ha sentado frente al piano que hay dentro del bar y ha empezado a deleitarnos con un concierto improvisado que ha hecho que el desayuno haya sido redondo, perfecto! Después nos ha contado el dueño que el camarero-pianista es su hijo y que, cuando puede, entre servicio y servicio, se sienta a tocar un rato para los clientes. Un lujazo! Música de piano en directo en un día nublado acompañada de un buen café... qué más se puede pedir? 
Detalle del piano

Después de este maravilloso café, os propongo una caminadita por el centro del pueblo, empezando por la plaza de la iglesia de Sant Joan Baptista, situado justo delante del bar Nou, construída durante el siglo XVII y de la que destaca su torre defensiva que funciona hoy día como campanario. Los domingos no se puede visitar su interior, pero si todos los viernes, que es el día que se celebra el mercado en el pueblo. 
Detalle de la torre campanario

Uno de los laterales de la iglesia

La plaza de la iglesia
Leyenda del campesino con la capa

En esta misma plaza se encuentra una escultura que representa a un pastor ataviado con una capa, y a sus pies se puede observar una rata. Este monumento es en memoria de la peste que mató a casi toda la población de Son Servera en el siglo XIX. La leyenda cuenta que esta enfermedad llegó al pueblo debido a la capa que un campesino se encontró tirada en la arena, la cual perteneció a un infectado que había sido enterrado en ese mismo lugar. 

Desde la plaza donde esta la iglesia se puede coger cualquiera de las calles perpendiculares para empezar el paseo durante el cual se pueden observar algunas casas  de estilo señorial, así como otras de estilo más humilde, las cuales siguen la tipología tradicional mallorquina, con dos entradas diferentes: una principal con arco de medio punto, conocido en la arquitectura tradicional de Mallorca como portal forà, y otra entrada con arco rebajado más amplia donde se solían guardar los carros utilizados para desplazarse hasta el campo. Normalmente solían tener dos plantas: la planta noble abajo donde se encontraban las estancias principales, y arriba el granero. 


Detalle de una de la calles, con los portals forans típicos de la arquitectura tradicional mallorquina

Detalle de una antigua fachada con el portal forà y la entrada para los carros

El entramado de las calles es irregular, dando lugar a calles estrechas y con salidas inesperadas

Entrada de una de las casas de aspecto señorial


La Església Nova
Sin duda, el edificio más llamativo del pueblo es la conocido como Església Nova (iglesia nueva). Se trata de un edificio neogótico empezado por el arquitecto Joan Rubió i Bellver, ayudante de Gaudí. La iglesia, de estilo neogótico, nunca llegó a acabarse y el ayuntamiento decidió adaptarlo para que pueda ser usado y visitado. Es una visita muy recomendable, no os la podéis perder. El espacio que crean los muros de las naves laterales, con sus arcos apuntados y rosetones, y el espacio de la cabecera, conjugados con el verde de la hierba y los elementos naturales que crecen salvajes y el cielo como fondo, producen una sensación de transportación en el tiempo. Es muy fácil imaginar al arquitecto dirigiendo las obras y a los canteros y escultores trabajando la piedra. 

Detalle del ábside
Vista de la Església Nova desde el ábside

Exterior del ábside
Detalle de las naves laterales
Después de recorrer las pequeñas y laberínticas calles de Son Servera, pues el trazado de su centro es irregular, y de pasar por esta magia de edificio no acabado, llegaremos de nuevo a la céntrica plaza de la iglesia. Pero antes de abandonar el pueblo os recomiendo hacer una segunda parada. Si cogemos la carretera que une Son Servera y la Cala Millor, pasaremos por una tienda de la franquicia alemana Muller. En su aparcamiento es donde tenemos que pararnos para contemplar algo muy diferente a lo que hemos visto hasta ahora. Se trata de una colección de grafitis que bien merecen ser contemplados con atención, para intentar adivinar las críticas y reivindicaciones que los artistas han dejado en sus creaciones. No tienen desperdicio, sobretodo la del artista Sath (@sath2). Sus temas y su uso y mezcla del color hacen que sus pinturas puedan ser valoradas más allá del muro, pudiendo ser piezas de coleccionista de arte. Acercaros a mirar con atención los colores y los efectos que consiguen mediante ellos. Una auténtica pasada. 





Pintura de Sath @sath2


Pintura de Sath
Detalle de una de las pinturas de Sath
Os aviso que no os he puesto todas las fotos que he hecho, y que son muchas cosas más las que podéis encontrar, tanto muestras de arquitectura local tradicional tanto de streetart. Vale la pena hacer la visita para descubrirlo por uno mismo. Espero que os haya gustado y que la idea de compartir el café del domingo os enganche tanto como a mi. Feliz semana people! 


jueves, 19 de octubre de 2017

El Fornet de sa Soca: repostería recuperada

Hola de nuevo! No he escrito antes por falta de tiempo... aunque no he dejado de trabajar y preparar cositas para el blog para poder mostraros opciones muy interesantes de las que poder disfrutar en Mallorca. En esta ocasión os traigo una propuesta gastronómica que me parece excepcional, no solo por lo rica que está, sino por la idea con la que surge y los principios sobre los que se formula.

Exterior de Fornet de sa Soca
Imaginaros poder comer como se ha hecho siempre en Mallorca. Y no me refiero solo a probar los alimentos típicos y tradicionales de la isla. Me estoy refiriendo a poder degustar el sabor que debían tener antaño, aquél que solo los abuelos más longevos recuerdan y no logran encontrar hoy en día. Gracias a la iniciativa de un psicólogo mallorquín podemos acercarnos a los gustos y sabores de la repostería tradicional mallorquina. Él es Tomeu Arbona @tomeuarbona, creador, dueño y repostero del Fornet de la Soca @fornetdelasoca (forn, en mallorquín significa "horno").


A veces aquello que parece ser el fin de algo, resulta que se convierte en el principio de otra cosa, en muchos casos, mejor. Creo que a Tomeu le pasó algo así. Aunque su formación no fuera la de repostero o cocinero, él mismo dice que siempre ha sido un amateur, y que cocinaba en casa para la familia como hobby. De un día para otro se quedó sin trabajo y le surgió la oportunidad de gestionar un pequeño horno situado en la calle Sant Jaume de Palma. Empezó de cero, cuenta, con un mini horno en el que solo le cabían pocas elaboraciones, las cuáles tenía que cocer por turnos. Los muebles que colocó en su tienda, los trajo de su casa, no podía comprarlos.

Y así, de esta manera tan sencilla pero valiente, Tomeu trabajó toda la noche para abrir una mañana y ofrecer los productos elaborados por él mismo, hechos como los hacía en casa. El primer día que abrió se quedó sin género a las 11 de la mañana... lo vendió todo. Casualidad? O calidad reconocida por los clientes...? Después de visitar el horno, hablar con su dueño y probar sus productos, yo no tengo ninguna duda, además, no creo en la casualidad.

Interior del Fornet de Sa Soca
El proyecto del Fornet de sa Soca parte de una idea muy clara: ofrecer repostería originaria, elaborada con productos locales elaborados en Mallorca, todos seleccionados por el propio repostero, sin ningún tipo de añadidos industriales o enriquecedores.  Tomeu toma como referencia las antiguas recetas de repostería, cogidas de antiguos libros de recetas tradicionales, como el de Fra Jaume Martí (del siglo XVIII), de recetarios caseros encontrados en lugares varios (librerías, casas particulares...), o incluso en conventos, los cuales ha visitado in situ para aprender, de mano de las propias monjas, sus recetas más antiguas y la manera que tienen ellas de elaborar los dulces y salados. El resultado es la recuperación de un repertorio gastronómico elaborados antiguamente en las casas señoriales y en los hogares más humildes de la población mallorquina.

Detalle del lugar donde se elaboran los productos, a la vista al público

Entre los productos que se pueden comprar en el horno destaca el pan, del cual podemos encontrar diferentes variedades: de espelta, el tradicional pan mallorquín moreno, el de sègol (centeno), o de xexa (una harina de triga autóctona de Mallorca). Todas estas harinas son compradas en la isla, sobretodo en el pueblo de Manacor, donde Guillem Llull sigue elaborando la harina así como se hacía tradicionalmente. 


Pan de xexa de Mallorca

La vitrina del pan. Ese día estaba ya casi todo vendido
Dentro del repertorio de repostería salada, son imprescindibles las panades, una especie de empanada que puede ir rellena de carne, guisantes, pescado o verdura, y hechas bien con pasta dulce, a la cual se le añadía la yema del huevo, entonces un producto de alto coste, en las casas señoriales y conventos, o salada. Tradicionalmente eran y son elaboradas sobretodo en Semana Santa, aunque actualmente los hornos las elaboran durante todo el año. También encontramos las coques salases, una pasta salada que se rellenaba de aquellos productos que las familias tenían disponibles, ya fueran verduras, carne o pescado. Los pastalons son una especie de pastel salado al que se le añaden diferentes alimentos, que Tomeu elabora en formato individual aunque solían ser de mayor tamaño.

En la estantería de abajo podemos ver las lanadas, de forma redonda. El resto con cocas saladas de diferentes tipos de hortalizas y verduras.
Quarto amb crosteta o quarto embatumat, una especie de bizcocho con yema de huevo
Detalle de los cubellets. Se llaman así por la forma del molde donde están hechos, en forma de cubo (cubell en mallorquín). Pueden ser de gató, típica tarta de almendras mallorquina, o de otro sabor. 

Entre los productos dulces destaca el flaó, una especie de tarta de queso con hierbabuena que actualmente solo se sigue elaborando en la isla de Ibiza, pero que tradicionalmente también se hacía en Mallorca. Otro clásico es la graixonera de brossat, elaborada con requesón, y aunque sea un dulce típico no se suele comercializar en los hornos, solo en los restaurantes, supermercados o es elaborado en casa por las familias. No podían faltar la coca de cuarto, un bizcocho que en el Fornet de sa Soca se elabora siguiendo la receta de las monjas de Sineu, un pueblo del interior de Mallorca. Y la estrella de la repostería mallorquina, la ensaïmada, hecha con patata, como se hacía antaño. 

Coca de patata, ensaimadas y coca de higos con sobrasada, mi favorita

En primer plano vemos la ensalmada en forma de trenza con patata, y al lado esta la graixonera (tarta de requesón), no os la podéis perder

Estos y otros productos son elaborados cada día en el horno de la calle Sant de Jaume, aunque actualmente también cuentan con otro lugar donde poder trabajar, situado en la calle Llotgeta de Palma. Se trata de un antiguo local con una historia de más de 600 años. De esta manera, se ha dado vida también a un edificio antiguo situado en el barrio de la Gerreria, uno de los más emblemáticos de la ciudad. 

Local de la calle Llotgeta

Además, en el Fornet de la Soca podemos encontrar una variedad de productos elaborados en Mallorca a la venta, desde vino, miel, mermeladas, galletas... Esta es una selección hecha con lupa por el propietario, quién asegura que vende solo aquello que él considera oportuno, sin la intromisión de productos no locales. 

Selección de galletas de aceite, todo un clásico de la gastronomía de Mallorca. Los mallorquines no podrías subsistir en ellas, un día os contaré la historia
     
Miel de Pollença, un pueblo de la Sierra de Tramuntana, al norte de Mallorca

Rincón con productos locales: patés, sobrasada, tomates de ramillete para hacer pa smb olí (el top de los tops de la comida mallorquina) o vino, entre otros.

Los resultados que ha tenido este proyecto hablan por si solos: Tomeu ha editado ya un voluminoso libro de repostería tradicional mallorquina, y actualmente está trabajando en otro sobre cocina tradicional mallorquina que se publicará en breve. Además, participa en actos gastronómicos, conferencias, reuniones con gente de su mismo gremio... Este próximo fin de semana se celebraran unas jornadas dedicadas al patrimonio gastronómico en las que el repostero ha hecho de asesor dejo el link para que tengáis toda la información, además del programa de los actos, los cuales se celebran en los pueblos de Binissalem y Caimari y Palma. 

Libro de Tomeu Arbona sobre repostería tradicional de Mallorca
Interior del libro con el detalle de las recetas
El Fornet de sa Soca va más allá de ser un horno en el que se vende pan y repostería de calidad. Es una recuperación y puesta en valor del patrimonio gastronómico de Mallorca, una propuesta que busca cuál la esencia, la recupera y enseña, fomentando el respeto hacia nuestra tradición y convirtiéndola en una generado de oferta de calidad de la que se pueden beneficiar no solo los mallorquines, sino cualquier turista que visite la isla. "Lo importante es fomentar e impulsar la cultura, y después vendrá el turismo cultural", defiende Tomeu Arbona. Amén.