No me he dado cuenta y no solo han pasado dos semanas desde mi último post, sinó que además ha llegado el invierno y la Navidad!!! Tocará hacer un post navideño, evidentemente, pero más adelante, aún hay tiempo! Aunque os recuerdo que las encendidas de luces de Navidad y los mercados ya se estan celebrando esta semana en muchos de los pueblos de Mallorca. Pero lo dicho, ya tendremos tiempo para hablar de eso.
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Municipio de Campos, Mallorca |
Hoy tengo una propuesta que encaja mucho dentro de este frío y el tiempo invernal. Ya sabéis que defiendo la visita a Mallorca fuera de la temporada de verano, ya que tenemos opciones para elegir. Os apetece una vuelta por el campo mallorquín, degustar una buena carne autóctona hecha al fuego de leña, visitar un ecomuseu para conocer los tradicionales trabajos agrícolas de la isla o conocer como funciona el sistema de una finca sostenible? Todo eso, aunque parezca mucho, lo tenéis en el
Agroturismo Son Lladó, en Campos (Mallorca), los orígenes del cual se sitúan en el siglo XVII.
Se trata de una possessió, és decir, una explotación agrícola tradicional mallorquina entorno a la cual se desarrollaban las actividades agrícolas típicas de Mallorca. El edificio principal era siempre una casa que seguía siempre las mismas características arquitectónicas: un edificio de doble altura, con una entrada central en arco de medio punto conocido como portal forà, que daba a una gran sala, al fondo de la cual se encontraba el patio (corral en mallorquín). La chimenea, la cocina y una sala que hacía de dormitorio eran las estancias más comunes. Dentro de esta tipologia general, se encuentran variaciones, ya que dependiendo del poder económico del señor de la finca, la possessió podia ser más compleja. Adosados a la casa central, se encontraban todos aquellos equipamentos necesarios para llevar a cabo la actividad agrícola: almacenes de alimentos, cuadras, solls (lugar donde se guardaban los cerdos), un horno y un pozo, entre otros. Esta estructura se puede observar hoy en día en la casa principal de Son Lladó, la cual ha sido restaurada respetando la tipología original del edifico.
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Fachada prinpical del agroturismo |
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Vista del pozo que aún se conserva y de la torre que delimita con la casa vecina de Son Lladó |
Pero este establecimiento no solo destaca por su arquitectura, sino por la filosofía con la que sus propietarios, la família Ollers Vives, lo gestionan y las actividades que en él se llevan a cabo. Gracias a todo esto, Son Lladó ha sido incluído dentro del proyecto
Ceres Ecotur, el cual pretende dar valor a los agroturismos que contribuyen a la recuperación, preservación y difusión del patrimonio rural, etnográfico y ambiental de España. No solo se quiere potenciar y proteger el ámbito rural, sinó también hacer partícipe a los viajeros que se alojen en estos establecimientos de su rutina agrícola, desde dar de comer a los animales hasta sacar las ovejas a pastar.
En Son Lladó se crían razas autóctonas de Mallorca, como el cerdo, la oveja blanca o la vaca mallorquina, en peligro de extinción. Todas ellas conviven con los turistas que se alojan, los cuales pueden ayudar a darles de comer o pastorear con las ovejas. Además, se pueden degustar productos gastronómicos derivados de la finca, como la sobrasada, la mermelada o la carne de cordero.
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Vacas mallorquinas en Son Lladó |
Otro de los elementos que personalmente me resultan más atractivos es el ecomuseo que se encuentro dentro del agroturismo, bajo una estructura de altos arcos apuntados. Se trata de un espacio donde se pueden encontrar elementos relacionados con las tareas agrícolas tradicionales de Mallorca: herramientas varias, carros, arados, máquinas para pelar almendras, para hacer vino, etc. Hay 12 paradas o estaciones con un código QR asignado que ofrece información sobre los objetos expuestos y que actividad se llevaba a cabo con ellos.
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Porche donde se encuentra el Ecomuseo |
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Uno de los códigos QR que proporcionan información sobre las diferentes estaciones que componen el ecomuseo |
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Es una visita amena con la que poder descubrir como se trabajaba antes el campo mallorquín y que productos se elaboraban. La mayoría de objetos que forman parte del museu han sido recuperados de la propia finca y restaurados para poder ser expuestos. Destacan los carros, hechos con madera por los artesanos que anteriormente realizaban este tipo de transporte, o los sistemas de aprovisionamiento de agua que se llevaban a cabo.
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Parte de la exposición que presenta el Ecomuseo |
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Carros expuestos en el Ecomuseo |
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Pozo mecanizado recuperado de la propia finca |
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Manguitos de tela, una prenda femenina usada en las tareas agrícolas del campo mallorquín |
Por si todo esto fuera poco, siguiendo la filosofía de defensa del paisaje y del campo mallorquín, Son Lladó tiene varios sistemas de sostenibilidad que ayudan a que sea una finca ecológica, como la obtención d agua caliente y apoyo a la calefacción con placas solares, la recuperación del agua de lluvia mediante depósitos, la cual es utilizada para abastecer las diferentes necesidades de la finca, el aprovechamiento del agua ya utilizada para los sistemas de regadio con una depuradora ecológica que depura mediante el sistema conocido como "filtro verde". Además, el propietario, Pep Ollers, esta trabajando actualmente en el diseño y elaboración de un bosque comestible, un concepto mediante el cual todo aquello que se siembra se hace con una función y objetivo concretos.
Es sin duda un modelo de establecimiento a seguir, que contribuye no solo a la conservación y preservación del campo mallorquín, sino a su conocimiento y difusión y, lo más importante, a su valoración y apreciación. La visita a Son Lladó proporciona, a parte de tranquilidad, un contacto con el campo del interior de la isla de Mallorca, y permite una implicación directa en su cuidado, algo muy atractivo para los más peques. La estancia que proporcionan es además muy cómoda, con 5 apartamentos independientes, piscina exterior y zonas comunes como un horno de leña y barbacoa.
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Exterior de unos de los apartamentos |
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Cocina de unos de los apartamentos |
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Uno de los dormitorios donde se pueden alojar los visitantes |
Como decía al principio, ha llegado el invierno, pero eso no significa que Mallorca se pare. Al menos no debería ser así. Las opciones que ofrece la isla durante esta época del año son infinitas, muy interesantes, variadas y me atrevería a decir que son de las más auténticas. El descubrimiento del agroturismo Son Lladó me hace apoyar más aún esta idea, espero a que vosotros también!
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