sábado, 18 de noviembre de 2017

Ametlla+Mallorca (Artà, Mallorca)


Mucho tiempo sin publicar, lo sé, pero me ha sido totalmente imposible! Como persona hiperactiva autodiagnosticada (quién mejor que yo, que vivo conmigo misma, para afirmar que soy una inquieta de narices!), tengo varias cosas en marcha y a veces mi capacidad organizativa no es eficaz al 100%. Eso, o simplente que no me quedan horas físicas para escribir.

Pese a todo, aquí estoy de nuevo con una entrada que tengo preparada desde hace tiempo, y que llegó a  mi por casualidad, o sea, de la mejor manera porqué, ¿qué hay mejor que las sorpresas agradables? Esta sin duda lo fue, y por varios motivos. El primero, por tratarse de un producto local, de Mallorca, de estos que tanto me gusta a mi probar y dar a conocer; el segundo, porque esta pensado, creado e impulsado por un equipo de cinco mujeres (girl power a tope!); tercero, porque surge gracias al amor al campo mallorquín; cuarto, porque tiene una parte social y quinto, porqué es auténtico y rico. Se puede decir que lo tiene todo!

Bàrbara Flaquer, Dolça Feliu, Catín Cañellas, Maria del Mar Socies y Gemma Bes son quiénes estan detrás de este producto tan completo, llamado Ametlla+Mallorca. Todas ellas tienen diferentes profesiones, cada un de un ámbito diferente, pero tienen algo en común: su amor por el campo mallorquín, sobretodo el que forman los almendros en flor. Este árbol es uno de los más presentes en toda la isla, y los meses de primavera, cuando florecen, tiñen de blanco toda la zona rural. Es realmente una maravilla.

Almendros en flor del campo de Mallorca
Al ser tan abundante, la almendra es un fruto muy presente no solo en la cocina tradicional, sino también en otros campos, como en el de la cosmética. Existen muchos tipos de almendra, incluso algunos de ellos se han ya extinguido porque en Mallorca la agricultura es una actividad minoritaria y muchas veces difícil de llevar a cabo y mantener. De hecho, actualmente hay bastantes campos de almendros abandonados lo cual conlleva también a la pérdida del paisaje tradicional de la isla. Fue precisamente este hecho el que hizo que estas cinco mujeres pusieran en marcha un proyecto para contribuir a la recuperación de campos de almendros, sobretodo los situados en el municipio al que ellas pertenecen, Artà.

El municipio de Artà situado dentro de la isla


Después de hacer una búsqueda y revisión de las recetas antiguas de la cocina tradicional mallorquina, comprobaron que la almendra se usaba en una gran parte de ellas, y a partir de aquí crearon un nuevo producto gastronómico, llamado Ametlla+Mallorca (ametlla signfica almendra en mallorquín), que tiene este fruto como ingrediente esencial. Se trata de un condimento culinario, pero puede servir de base también para un sofrito o una salsa. En estos momentos han elaborado tres variedades diferentes, todas ellas con almendra mezclada con diferentes ingredientes:
  • Número 1: elaborada con almendras y diferentes especias, todas ellas locales, destacando las conocidas especias de Sa Pobla, un pueblo de Mallorca especializado en la producción de este tipo de condimento culinario. Esta mezcla es ideal para cocinar carnes, arroces y legumbres.
  • Número 2: lleva almendra, ajo y perejil, ideal para pescados y pastas.
  • Número 3: obviamente no puede faltar la almendra, que esta vez viene mezclada con albaricoque seco y piel de limón, para dar un toque dulce a los platos.

Los diferentes envases de las variedades del producto, decorados con la típica "tela de llengos" de Teixits Bujosa del pueblo de Santa Maria (Mallorca)

Todo el producto es elaborado por ellas mismas, desde el picado de la almendra hasta su ebullición y envase al vacío. Por supuesto, toda la almendra utilizada es de Mallorca, y la compran a campesinos de su zona para así contribuir a la recuperación del paisaje. Además, desde hace un tiempo colaboran también con la iniciativa sin ánimo de lucro "Dignitat i feina" (dignidad y trabajo), impulsada por el franciscano Tomeu Pastor, quién ofrece trabajo a imigrantes recién llegados a la isla, recogiendo almendra en las tierras que no son cuidadas por sus propietarios, quines consienten que se recoja sin ningún tipo de beneficio económico. De esta manera, se contribuye al cuidado de los almendros y a una causa social.

Dos de las integrantes del equipo

Hace 8 años que sacaron al mercado su producto, y desde entonces han ampliado su oferta con la elaboración de aceite de almendra, mantequilla de almendra y con unas almendras tostadas de diferentes sabores (curry, tomate y romero, queso, con sal, naturales y pimienta).

Variedad de almendras tostadas de diferentes sabores





Además, han hecho una colaboración reciente con el chef mallorquín Tomeu Caldentey, reconocido con una estrella michelín, con quién han elaborado más variedades de su producto que próximamente saldrán a la venta. Cabe decir también que las propiedades nutricionales han sido muy cuidadas por Gemma, una de las socias del proyecto, dietista de profesión, quién ha cuidado que Ametlla+Mallorca sea bajo en sal y elaborado con productos naturales y ecológicos, además de conservar todas las propiedades de la almendra.

Uno de sus últimos proyectos más destacables no tiene apenas un año de vida, y os lo recomiendo sí o sí. Se trata de una cafetería-tienda ubicada en la calle Ciudad número 17 de Artà, donde no solo se pueden comprar sus productos sino que también se puede desayunar o degustar algunos de los dulces y salados típicos de Mallorca. En su carta encontramos tostadas hechas con pan ecológico acampañado de aguacate, tomare seco y el embutido que se escoja. Os recomiendo probar esta opción, muy saluble y sabrosa. También sirven cafés, tés y zumos ecológicos, tartas caseras, ensaladas, entre otras cositas, todas muy sanas.

Tostada con aguacate, tomate seco, queso fresco y sésamo

Además, en el local encontraréis una selección de productos locales muy chula, desde aceites, vinos, galletas, salsa de Ketchup natural, crema de algarroba o delantales y bolsas hechos con la típica tela de lenguas de Tejidos Bujosa (una de las últimas fábricas que elaboran esta tela mallorquina). Como podéis ver en las fotografías, esta casa de tejidos ha cedido la imagen de sus telas a Ametlla+Mallorca para usarla en sus envases, los cuales son muy monos para hacer un regalo, ya sea en pack o por separado. El tamaño estándar contiene 150gr envasados al vacío, aunque también disponen de un tamaño mayor para su uso en restaurantes.

Selección de productos ecológicos de Mallorca  





Productos elaborados con algarrobas de Mallorca




Como podéis ver, este producto esconde muchas cosas, de ahí mi grata sorpresa. De hecho, recibieron un premio de innovación por parte de la Universidad de les Illes Balears, y Gemma ha publicado este año el libro "Vivir sin gluten", con la participación del chef  Tomeu Caldentey y la presentado Imma del Moral.

"Vivir sin gluten", de Gemma Bes, una de las integrantes del equipo

Yo os propongo hacer una visita a la cafetería, tomar un buen desayuno, comprar algun producto local (os aseguro que algunos apetecen mucho), hacer una degustación de las almendras de Almendra+Mallorca, mezclarse con la gente del pueblo mientras compartes la mesa comunitaria situada dentro de la cafetería, conocer a las valientes que emprendieron este proyecto y que te cuenten como lo elaboran o te den algunos consejitos de como utilizar su producto. Yo ya lo he probado en algunos de mis platos, sobretodo en los purés, aunque las opciones són muchas. Os dejo el link de su página Ametlla+Mallorca donde podéis encontrar recetas, a parte de mucha información sobre este producto tan original, pero que no deja de ser local, sano, ecológico y social. ¿Se puede pedir más?

Interior de la cafetería

Terraza de la cafetería, situada en la calle Ciutat del pueblo de Artà


jueves, 2 de noviembre de 2017

Las terrazas de la Seu (catedral de Mallorca)

Con este post se podría decir que empiezo la casa por la ventana, pero no me resisto a empezar por los cimientos. Hoy os traigo una visita imprescindible para todo aquél que viva o visite Mallorca: las terrazas de la Seu (así es como se le llama a la catedral de Mallorca). Os aseguro que a pesar de tener la imagen de este edificio como habitual en mi vida, desde pequeña, y de haberlo estudiado en diferentes ocasiones y por partes, la perspectiva que ofrece recorrer sus terrazas es algo totalmente nuevo e increíble.

La visita dura una hora aproximadamente y hay que subir escalones, concretamente 215, pero como se hace por partes (de 70 en 70), la verdad que no resulta difícil subir hasta lo más alto. El acceso a las terrazas se sitúa en un lateral de la catedral, el que se encuentra al lado de la llamada Casa de l'Almoïna. Allí el guía que acompaña al grupo que va a hacer la visita espera a que llegue todo el mundo, aunque suelen empezar puntuales así que no lleguéis tarde. De hecho, mejor si váis 10 minutos antes.

Espacio intermedio del campanario
Una vez dentro, se sube por dentro del campanario, del cual se puede observar su estructura interna, y aquí ya empieza lo bueno. El primer tramo llega hasta la zona media del campanario, la cual actualmente sirve como almacén para guardar tubos de madera y acero que formaron parte del órgano de la catedral. Pero durante siglos pasados este espacio tuvo otros usos, como por ejemplo, fue refugio de muchos ciudadanos durante algunas de las disputas entre las diferentes familias nobles que vivían en Palma. En los muros se pueden ver una especie de agujeros en los que se aguantaba una estructura de madera que dividia el espacio en dos y así cabía más gente. Lo que más me llamó la atención fueron los grafitis de los siglos XV-XVI, hechos en la pared, y que aún hoy en día se pueden observar, como la representación de un barco mercante.

Detalle de un grafiti que representa un barco mercante
Seguimos subiendo por las escaleras de caracol que nos llevan hasta la parte más alta, pero antes nos detenemos en el siguiente tramo del campanario, donde se puede observar la estructura de madera del siglo XVI que da acceso a las campanas. Esta madera ha sufrido diferentes incendios a lo largo de la historia y su estado de conservación no es el mejor, por eso no se puede subir por ella para poder observar las campanas. En total hay 9 de estas, todas con su nombre de mujer ( Prima, Tercia, Picarol, Antonia...) a excepción de una que lleva nombre de hombre: Eloi. Es la más grande de todas, con un peso de 4000 kilos y 2 metros de diámetro. Para moverla se necesitan entre 8 y 9 personas, conocidas como los "elois". Las campanas suenan solo en ocasiones especiales, ya que su vibración perjudica a la estabilidad del edificio. 

Estructura de madera del siglo XVI sobre la que se sitúan las campanas

Escalera por la que se sube a la zona donde se sitúan las campanas

Ventanal situado en la parte alta del campanario desde el cual se pueden ver los contrafuertes de la catedral con sus gárgolas

Después de este parón seguimos subiendo y toca ya salir al exterior... que sensanción! Poder ver de cerca los elementos esenciales de la catedral, aquellos que hacen que se mantenga en pie y que se presente tan magestuosa. Personalmente, me fascina el sistema constructivo de estos edificios, formado por elementos, llamados contrafuertes, que reparten las fuerzas y peso de la construcción hasta el suelo. Poder ver estos contrafuertes de cerca, observar el tipo de piedra con la que estan hechos (en este caso piedra arenisca que se degrada muy fácilmente al estar la catedral expuesta al mar y a su salitre), ver como se le ha dado forma y se han creado los nervios que le otorgan ese aspecte exterior tan imponente, es más emocionante de lo que parece cuando te lo cuentan. 


Terraza con los contrafuertes descansando en el suelo
Cuando eres capaz de dejar de observar el edificio, es cuando hay que centrarse en el otro gran atractivo de esta visita: las vistas. Que pasada, por favor! Se puede ver Palma, con sus iglesias más importantes, como la de Santa Eulàlia o Sant Francesc. También la bahía de Palma, con su paseo y la gente que por él camina, los barcos que entran y salen... Es difícil imaginar como debía ser la imagen de la catedral con el mar a sus pies, ya que siglos atrás así sucedía, pero con el tiempo el cemento ha ido ganando espacio. 

Vistas de la bahía de Palma
Vistas a la ciudad. A la izquierda la iglesia de Santa Eulàlia y la derecha la de Sant Francesc
Y cuando estás medio levitando recorriendo estas terrazas, hay que dirigirse hacia una pequeña entrada a la derecha, y una vez que la cruzas te encuentras frente a frente con la joya de la corona de la Seu de Mallorca: su rosetón. Que espectáculo señores! Un vano circular de casi 12 metros de diámetro formado por 1.116 cristales de colores. Así com está trabajada la piedra, su tamaño, su perfecta forma circular y poder ver el interior de la catedral desde arriba y a través de sus cristales, os aseguro que se tiene que vivir. 

La joya de la corona: el rosetón mayor de la catedral

Vista desde el rosetón
El rosetón mayor ofrece unas tres veces al año un espectáculo de luz espectacular. Cada 2 de enero y 11 de noviembre la luz del rosetón mayor se refleja debajo del rosetón menor (situado justo enfrente), formando así el signo del infinito. Igualmente, entre el 21 y 24 de diciembre la luz del mayor se refleja encima del pequeño, pero este fenómeno debe ser visto desde el exterior de la catedral, y el tiempo debe acompañar para que puede contemplarse en toda su plenitud.

Cuando aún no te has recuperado de la impresión que causa este "agujero acristalado", se sigue recorriendo las terrazas hasta llegar a situarse enfrente del conocido como portal mayor. Desde aquí se puede observar el palacio de la Almudaina con su arcángel Gabriel, y al fondo, más la izquierda, el castillo redondo de Bellver. 

Vistas desde el portal mayor de la catedral, con el arcángel Gabiel y el castillo de Bellver al fondo a la izquierda

Detalle de las gárgolas y los elementos decorativos florales situados en los contrafuertes, capiteles y pináculos

Vista de la calle desde el portal mayor

Conjunto escultórico situado arriba del portal mayor y detalle del remate de una de las torres

En total hice casi 120 fotografías pero os he puesto solo una pequeña degustación porque os aseguro que ninguna imagen que pueda poner o palabra que escriba, van a poder representar lo que se siente recorriendo estas terrazas. Os va a parecer exagerado, pero desde aquí arriba creo que se toma más consciencia de la importancia de nuestro patrimonio, y del deber de cuidarlo. Es tan emocionante la experiencia, que todo el mundo hacía el mismo comentario: "Esto se tiene que cuidar". 

Solo hay una pega a todo lo que os acabo de contar (tiene que haber una): las terrazas no estan siempre abiertas. Normalmente se pueden visitar desde abril a marzo, y hay que reservar plaza desde su web, os dejo el link para que podáis acceder a ella. El precio normal es de 12€. Si no las habéis visitado estáis de suerte porque las terrazas van a estar abiertas durante los días 2, 3 y 4 de noviembre de este 2017 y de forma gratuita, solo tenéis que reservar vuestra visita en la web. Correr porque se suelen llenar muy rápido. No os lo perdáis, es una de las visitas top de Mallorca.